La novia hijastros siempre ha sido una salvaje, siempre dispuesta a hacer alguna aventura.Esta vez, le han puesto la vista en el asiento trasero del coche de su madrastra.El pensamiento de quedarse atrapada en el acto, en el coche de su padrastro, solo aumenta la emoción.Empieza bajando el cierre del pantalón, dejando al descubierto su palpitante miembro.Se lo mete en la boca, chupándolo y lamiéndolo con fervor.El sabor de su hombría, la emocion de las posibles consecuencias, todo la envía a un frenesí.Lo mete más profundamente en su boca, sus manos explorando su cuerpo.El asiento trasero se convierte en un lecho de pasión, sus gemidos haciéndose eco del interior de los coches.A ellos no les importa quién oiga, ellos también se pierden en el momento.El gusto de él, la sensación de su cuerpo contra el de ella, es demasiado para resistirse.Siguen su encuentro apasionado, ajenos al mundo fuera del coche.Su lujuria y deseo son palpables, su amor tan salvaje como está prohibido.
