Mi cumpleaños y mis hermanastras decidieron darme el mejor regalo de siempre.Llegaron a mi cuarto, descalzos, listos para complacerme con sus locas habilidades.Una de ellas tomó mi gran verga en su boca y me dio una mamada con garganta profunda, mientras la otra me provocaba con sus pies, frotando mi vientre endurecido con sus suaves dedos.La vista fue suficiente para volverme loca.Pronto, ambas estaban de rodillas, turnándose para chupar mi monstruosa verga.La habitación se llenó de gemidos y el sonido de sus labios deslizándose arriba y abajo de mi eje.Era un espectáculo para contemplar.Después del placer oral, una de ellas se subió encima y me cabalgó, su pelo moreno cayendo en cascada por su espalda.La otra se unió, tomando mi verga en la boca, mientras su hermana me follaba.Fue una sexo grupal salvaje y hardcore que nunca olvidaré.