El video presenta a una niña sumisa llamada Betty que está atada y amordazada con cuerdas. Ella debe realizar varios actos humillantes en su amo, incluidos garganta profunda, mamadas y juego de pezones. Su pareja dominante usa una Frank Gun para castigarla por desobediencia. Betty luego se ve obligada a tomar una serie de castigos dolorosos, como azotes y azotes. La intensidad de su dolor es evidente en la forma en que gime y se retorce bajo su control. Su cuerpo también se sacude con cada nuevo castigo, que incluye follarse la cara, escupir y dar azotes ásperos. El video es intenso y no es adecuado para aquellos que se sienten fácilmente ofendidos o molestados por contenido sexual extremo. Se recomienda para aquellos que disfrutan del BDSM, la esclavitud y los juegos fetichistas.